Diferencias entre Xbox One S y Xbox Series S/X: especificaciones, rendimiento y por qué algunos juegos nuevos no funcionan

Si acabas de enterarte de que College Football 25 no se ejecuta en tu Xbox One S, no eres el único: la brecha tecnológica entre la octava y la novena generación de Microsoft es más profunda de lo que parece a simple vista. A continuación encontrarás una guía exhaustiva —y práctica— para entender las diferencias y qué opciones tienes.

Índice

Diferencias clave entre Xbox One S y Xbox Series S / X

La Xbox One S (lanzada en 2016) pertenece a la octava generación y, aunque recibió ajustes estéticos y soporte de vídeo 4K, comparte el mismo corazón tecnológico de la Xbox One original de 2013. Las Xbox Series S y X, en cambio, introducidas en 2020, marcan un salto completo de arquitectura: procesadores Zen 2, gráficos RDNA 2 con trazado de rayos, memoria GDDR6 y, sobre todo, un SSD NVMe acompañado de la Xbox Velocity Architecture, eje de casi todas las mejoras de la plataforma.

CaracterísticaXbox One S (2016)Xbox Series S (2020)Xbox Series X (2020)
GeneraciónOctava (old‑gen)Novena (current)Novena (current)
CPUAMD Jaguar 1,75 GHz (8 hilos)AMD Zen 2 3,6 GHz (8 hilos)AMD Zen 2 3,8 GHz (8 hilos)
GPU1,4 TFLOPS, GCN4 TFLOPS, RDNA 2 + Ray Tracing12 TFLOPS, RDNA 2 + Ray Tracing
Memoria8 GB DDR3 (68 GB/s)10 GB GDDR6 (224 GB/s)16 GB GDDR6 (560 GB/s)
AlmacenamientoHDD 5400 rpmSSD NVMe (512 GB)SSD NVMe (1 TB)
Velocidad de E/S
(lectura real)
≈50–70 MB/s≈2,4 GB/s sin compresión≈2,4 GB/s sin compresión
Resolución objetivoHasta 1080p/1440p1440p @ 120 FPS (rescalado 4K)4K @ 120 FPS
Xbox Velocity ArchitectureNo
Optical DriveBlu‑ray UHDNo (solo digital)Blu‑ray UHD
Compatibilidad con juegos “solo Series”No

La One S puede emitir señal de vídeo 4K, pero los juegos se renderizan internamente a un máximo de 1080p (algunos títulos excepcionales usan 1440p).

Por qué College Football 25 no se ejecuta en Xbox One S

El nuevo simulador deportivo de EA ha sido diseñado, compilado y testado únicamente bajo el entorno de la novena generación. En términos prácticos significa:

  • Dependencia absoluta de la CPU Zen 2: las simulaciones de física, IA de jugadores y cálculos de animaciones demandan cientos de hilos lógicos que la arquitectura Jaguar simplemente no puede manejar sin un descenso de framerate inaceptable.
  • Uso intensivo de GPU RDNA 2 + Ray Tracing: el motor gráfico incorpora reflejos en tiempo real, oclusión global y sombreado avanzado que superan, por varios órdenes de magnitud, los 1,4 TFLOPS de la GPU GCN.
  • Xbox Velocity Architecture: texturas de alta definición, streaming de mallas y tiempos de carga de segundos necesitan un SSD NVMe y hardware dedicado de descompresión; el disco duro mecánico de la One S sería el cuello de botella.
  • Memoria GDDR6 más amplia: además de ser más rápida, Series S/X reservan memoria para los llamados “sampler feedback” que permiten cargar solo partes del contenido visible. Con 8 GB DDR3, la One S tendría que recortar drásticamente la calidad visual.
  • Pipelines de compilación específicos: las herramientas de desarrollo (Game Development Kit for Xbox Series) generan binarios separados; no existe versión retrocompatible.

En resumen, el juego no se “bloquea” por capricho: no existe build para Xbox One.

¿Qué soluciones tienes ahora?

Actualizar la consola

Es la vía más directa. La Xbox Series S es la puerta de entrada asequible a la novena generación. Sacrifica el lector óptico y parte de la potencia gráfica, pero corre los mismos juegos. Si la fidelidad 4K nativa, el lector Blu‑ray UHD y el SSD de 1 TB son importantes, la Xbox Series X es tu mejor apuesta.

  • Series S PVP: ronda los €299 y suele tener ofertas en packs con mando adicional.
  • Series X PVP: alrededor de €549, aunque los bundles con títulos AAA o tarjetas de expansión bajan el coste efectivo.
  • Vida útil prevista: Microsoft ya ha confirmado soporte hasta, al menos, 2030.

Solicitar un reembolso digital o devolver la copia física

La Microsoft Store permite solicitar reembolso en las primeras 14 días y con menos de dos horas de juego. Si la compra fue física, cada minorista establece su propia política, pero tener el precinto original sin abrir facilita la devolución.

Apostar por Xbox Cloud Gaming (xCloud)

Con Game Pass Ultimate puedes retransmitir juegos de Series X desde la nube a tu Xbox One S, PC o móviles. Los requisitos son:

  1. Conexión estable de 20 Mbps o superior.
  2. Región con servidores de Azure cercanos (consulta la web de Xbox).
  3. College Football 25 debe formar parte del catálogo de Game Pass Ultimate el día de lanzamiento o más adelante.

Ventaja: juegas sin comprar una consola nueva. Desventaja: mínima latencia extra y la necesidad de suscripción activa.

Comprar con criterio en el futuro

Las cajas y la tienda digital muestran el sello “Optimized for Xbox Series X|S”. Si no ves el logotipo “Xbox One” o “Smart Delivery”, asume que no es compatible con consolas old‑gen. Para evitar sorpresas:

  • Consulta la sección “Información del producto” en Microsoft Store: el apartado “Plataformas” lista las consolas compatibles.
  • En tiendas físicas, lee la parte superior del lateral de la caja: si solo indica “Xbox Series X|S”, no funcionará en la One.

Transferir tus datos cuando des el salto

Cuando adquieras una Series S/X, todas tus partidas de Xbox One S se sincronizarán vía Xbox Live. También existe la Transferencia de red local, útil si dispones de conexión limitada; actívala en Configuración > Sistema > Copias y transferencia y mueve decenas de juegos en minutos.

Series S o Series X: guía de compra rápida

FactorSeries SSeries X
Resolución máximaHasta 1440p (reescala 4K)4K nativo, 8K vídeo
Almacenamiento incluido512 GB SSD (≈364 GB útiles)1 TB SSD (≈802 GB útiles)
Expansión oficialTarjeta Seagate/WD de 1 TB o 2 TBTarjeta Seagate/WD de 1 TB o 2 TB
Lector de discosNo
Target principalJugadores digitales, televisores 1080p/1440pEntusiastas de 4K, coleccionistas físicos
Precio habitual€299 (ofertas desde €249)€549 (ofertas desde €489)

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar mis viejos discos de Xbox One en Series S?

No, porque Series S es solo digital y carece de unidad óptica. Necesitarás adquirir versiones digitales.

¿Los mandos de Xbox One funcionan en Series S/X?

Sí. Todos los accesorios oficiales (mandos, auriculares, volante inalámbrico) son retrocompatibles.

¿Qué ocurre con los juegos de Xbox One que tengo instalados en un disco duro externo?

Conecta la unidad en la Series S/X. Los títulos old‑gen se ejecutarán directamente; los optimizados para Series necesitarán moverse al SSD interno o a la tarjeta de expansión.

¿Series S se quedará corta a largo plazo?

Toda la librería de Series X también se compila para Series S, aunque el rendimiento gráfico se ajusta. El principal reto es la capacidad del SSD: los 364 GB útiles se llenan rápido en 2025. Una tarjeta de expansión o un SSD USB 3.2 para títulos old‑gen solucionan el problema.

¿Qué ventajas adicionales aporta Series X además del 4K?

Incluye lector de Blu‑ray UHD, mayor caché de GPU, 6 GB GDDR6 extra dedicados a texturas y un ventilador más robusto que permite frecuencias sostenidas más altas. Los tiempos de compilación shader iniciales también son menores en algunos juegos.

Consejos finales para una transición sin contratiempos

  • Sincroniza tu partida en la nube: entra en College Football 24 o cualquier juego actual y espera a que aparezca el ícono de nube antes de apagar.
  • Aprovecha las ofertas de Game Pass Core: suele incluir un mes a precio reducido que te servirá para probar la experiencia antes de pagar la edición Ultimate.
  • No ignores el headset: el salto generacional también trajo Windows Sonic y DTS Headphone:X; incluso un auricular económico USB puede impulsar la inmersión.
  • Configura Instant On solo si lo necesitas: las Series reanudan juegos en segundos, pero el modo suspendido consume alrededor de 10 W. El modo ahorro (Energy‑Saver) baja a 0,5 W y apenas tarda 15 s en arrancar gracias al SSD.
  • Gestiona tu biblioteca con filtros: en “Mis juegos y aplicaciones” elige “Optimizado para Series X|S” para descargar únicamente las versiones más avanzadas de tus títulos.

La Xbox One S fue una gran compañera durante casi una década, pero la nueva hornada de títulos —incluido College Football 25— se apoya en hardware especializado que simplemente no existe en la arquitectura Jaguar/GCN. Decidir entre migrar a Series S, invertir en Series X o recurrir al streaming dependerá de tu presupuesto, tu biblioteca y tu velocidad de conexión, pero el punto de partida es el mismo: entender por qué la brecha generacional ya no es cuestión de “más resolución”, sino de una base tecnológica completamente distinta.

Profundizando en la Xbox Velocity Architecture

No todo es “un SSD más rápido”. La Xbox Velocity Architecture es un paquete integrado de hardware y software que incluye:

  1. Hardware Decompression Block: descomprime texturas con algoritmos LZ y Zlib a 6+ GB/s efectivos, liberando a la CPU de tareas pesadas.
  2. DirectStorage API: permite que los datos viajen desde el SSD a la RAM y la GPU con una sola llamada, reduciendo la latencia.
  3. Sampler Feedback Streaming (SFS): carga solo los fragmentos de textura visibles en cada fotograma; ahorra hasta 40 % de ancho de banda y VRAM.

En una One S, incluso si se sustituyera el disco duro por un SSD SATA III, seguiría faltando el bloque de descompresión y los canales PCIe 4.0 que hacen posible SFS. Por eso los desarrolladores no “parchean” una versión old‑gen: la lógica de streaming de datos, base de sus mundos abiertos y animaciones detalladas, sería incompatible.

Optimización de motores modernos para Series S

Muchos jugadores dudan de que un hardware de “solo 4 TFLOPS” pueda con los lanzamientos de 2025‑2026. Sin embargo, los motores Unreal 5, Unity 6 y Frostbite Next integran perfiles específicos para Series S. Los ajustes más habituales incluyen:

  • Variable Rate Shading (VRS) Tier 2 para reducir la carga de píxeles en escenas poco detalladas.
  • Mesh Shaders y Nanite (Unreal) para culling avanzado.
  • Resolución dinámica con reconstrucción temporal (TSR, FSR 3.1).
  • Limitación de trazado de rayos a un sólo rebote o a sombras globales, dejando reflejos por rasterizado.

Estos atajos permiten mantener 60 FPS estables sin sacrificar jugabilidad. En el peor de los casos, el modo Quality baja a 30 FPS con texturas 4K. De nuevo, son concesiones imposibles en One S porque las tecnologías de última hornada dependen de RDNA 2.

¿Y la Xbox One X?

Quizá te preguntes por la Xbox One X, la consola 4K lanzada en 2017. Aunque supera a Series S en teraflops brutos (6 vs 4), sigue basada en GCN y, lo más importante, carece de SSD NVMe y Velocity Architecture. El resultado es idéntico: College Football 25 tampoco se ejecuta en One X.

Recomendaciones de compra en 2025

Si tu presupuesto es ajustado, aprovecha los frecuentes packs oficiales de Microsoft que incluyen:

  • Series S + 3 meses de Game Pass Ultimate → ideal para probar Cloud Gaming y descargar instantáneamente catálogos de EA Play.
  • Series X “Starter Bundle” con Forza Horizon 5 y tarjeta de expansión de 512 GB a un precio inferior al de la consola sola hace un año.

En ambos casos, vigila periodos promocionales (Black Friday, aniversarios de Xbox, Prime Day). Los descuentos suelen rondar el 15‑25 %.

Conclusión

El salto de Xbox One S a Series S/X no es una mera cuestión de resolución; implica CPU, GPU, memoria y un subsistema de almacenamiento que cambia la forma en que los juegos se cargan y se ejecutan. College Football 25 es uno de los muchos títulos que ya no contemplan la old‑gen. Con la información y alternativas expuestas —actualización de hardware, reembolso, streaming o compra inteligente— tienes el mapa completo para decidir tu próximo movimiento sin sorpresas.

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