Para muchas organizaciones, las adquisiciones de hardware y licencias de sistema operativo no siempre van al mismo ritmo que los ciclos de los proyectos o de las aplicaciones corporativas. Por ello, es habitual comprar la edición más reciente de Windows Server (en este caso, Windows Server Standard 2022) y, sin embargo, necesitar ejecutar una versión anterior (Windows Server Standard 2019) para mantener la compatibilidad con aplicaciones, controladores o políticas internas. A continuación encontrarás una guía exhaustiva —basada en la experiencia de campo y en la documentación oficial de Microsoft— que detalla todo el proceso de downgrade, explica cómo solicitar la clave adecuada y aporta recomendaciones prácticas para que el cambio sea seguro y cumpla totalmente los términos de licenciamiento.
Resumen de la situación
La organización ya dispone de un servidor productivo con Windows Server Standard 2019, pero ha comprado licencias nuevas para Windows Server Standard 2022. El objetivo es aprovechar esas licencias de 2022 —que son las únicas que figuran en el inventario y en las facturas— y continuar ejecutando legalmente la versión 2019, evitando así la interrupción de los servicios y el coste de nuevas licencias.
Concepto de derecho a downgrade
Microsoft concede el llamado “downgrade rights” o derechos de versión anterior en la mayoría de sus productos de servidor. En el caso concreto de Windows Server Standard 2022, los derechos incluyen:
- Windows Server Standard 2019
- Windows Server Standard 2016
- Windows Server Standard 2012 R2
Es decir, la licencia de 2022 ya incorpora el permiso para ejecutar 2019; no se requiere ninguna compra adicional. Sin embargo, ni el medio de instalación ni la clave de producto de la versión anterior se entregan automáticamente: hay que solicitarlos.
Procedimiento paso a paso
Paso | Qué hacer | Detalles prácticos |
---|---|---|
1. Verificar derecho a downgrade | Confirmar que la edición adquirida (Windows Server Standard 2022) contempla derechos de downgrade a 2019, 2016 y 2012 R2. | El derecho es automático, pero ni el ISO ni la clave MAK/KMS de la versión anterior se incluyen por defecto. Se solicitan aparte. |
2. Contactar con el Soporte de Microsoft | Abrir un caso en el Microsoft Support Center o por teléfono, seleccionando el motivo “Licenciamiento / Derechos de downgrade”. | Tenga a mano la clave de licencia de 2022, el canal de compra (OEM, CSP, Licenciamiento por Volumen) y, si aplica, el número de contrato o la factura. |
3. Solicitar la clave y el medio de 2019 | Microsoft facilitará: 1) un enlace oficial para descargar el ISO de Windows Server 2019 Standard y 2) una clave MAK o KMS específica para downgrade. | No es posible activar 2019 con la clave de 2022; la activación fallará. Es imprescindible obtener la nueva clave. |
4. Instalar y activar | Realizar una instalación limpia de 2019 o, si el entorno lo permite, un downgrade in‑place. | El in‑place downgrade no está soportado oficialmente; la práctica recomendada es una reinstalación limpia tras copia de seguridad completa. |
5. Conservar CAL y derechos de virtualización | Las CAL adquiridas para Windows Server 2022 son válidas para acceder a servidores 2019. También se mantienen los derechos de hasta 2 VMs propio de la edición Standard. | Solo cambia la versión del binario ejecutado; las métricas de licenciamiento permanecen sin variación. |
Variaciones según canal de compra
Licenciamiento por Volumen (VLSC)
Si adquiriste Windows Server 2022 a través de un acuerdo por Volumen (Open Value, MPSA, EA…), es posible que el propio portal VLSC ya muestre:
- El ISO de 2019 disponible para descarga directa.
- Una clave MAK/KMS etiquetada como “Windows Server Standard 2019 (Downgrade key)”.
No obstante, esto depende de la configuración de tu contrato. Si la clave no aparece, abre un caso en VLSC e indica expresamente que requieres el downgrade.
OEM (preinstalado por el fabricante)
Las licencias OEM están asociadas al servidor físico y suelen venir con la versión 2022 preinstalada. Para downgradear:
- Solicita al fabricante (HP, Dell, Lenovo, etc.) la clave 2019. Normalmente tienen un proceso interno.
- Si el OEM se niega, escalona el caso a Microsoft adjuntando el comprobante de compra.
CSP (Proveedor de Soluciones en la Nube)
En el canal CSP, todas las gestiones deben realizarse a través del partner. Pide al revendedor que abra el ticket con Microsoft; de lo contrario, el gigante de Redmond rechazará la petición por falta de vínculo contractual directo.
Preguntas frecuentes
¿Existe un límite de tiempo para solicitar el downgrade?
No. Mientras la licencia de 2022 sea válida y esté asociada a un contrato activo o a un sistema OEM, puedes ejercer el derecho a downgrade en cualquier momento del ciclo de vida del producto.
¿Puedo usar la misma clave de downgrade en varios servidores?
Depende del tipo de clave:
- MAK (Multiple Activation Key): tiene un número finito de activaciones (conforme al cómputo de licencias adquiridas). Cada host consume una activación.
- KMS (Key Management Service): permite activar un número ilimitado de servidores dentro de tu red, pero exige disponer de un servidor KMS interno y cumplir el umbral mínimo de 25 equipos.
¿Qué ocurre con las actualizaciones de seguridad y el ciclo de vida?
Windows Server 2019 se encuentra en Mainstream Support hasta el 9 de enero de 2024 y en Extended Support hasta el 9 de enero de 2029. Tras esa fecha, podrás contratar Extended Security Updates (ESU) durante tres años adicionales, igual que ocurrió con 2008 R2 y 2012 R2.
¿Puedo revertir el downgrade más adelante y volver a 2022?
Sí. El derecho de downgrade es bidireccional dentro del paraguas de la licencia. Bastaría con reinstalar Windows Server 2022 y reactivar con la clave original.
Riesgos técnicos y mejores prácticas
- Copias de seguridad completas: Antes de alterar un servidor productivo, realiza una copia bare‑metal y confirma su restauración en laboratorio.
- Drivers y firmware: Verifica que los controladores de RAID, tarjetas de red y BIOS admiten la versión 2019. En entornos blade antiguos, suele ser un punto crítico.
- Servicios de Directorio: Si el servidor es un Controlador de Dominio, comprueba la retrocompatibilidad del nivel funcional del bosque y realiza una despromoción temporal si fuera necesario.
- Aplicaciones de terceros: Soluciones de backup, antivirus y herramientas de monitoreo pueden requerir agentes específicos para 2019.
- Pruebas de rendimiento: 2022 incluye mejoras en el stack TCP, SMB over QUIC y la pila de virtualización. Al downgradear, perderás estas optimizaciones; mide el impacto real.
- Documentación interna: Guarda el correo de Microsoft con la clave y el número de caso. La auditoría de licenciamiento de Software Asset Management (SAM) te lo exigirá.
Buenas prácticas de activación
Microsoft recomienda usar Automatic Virtual Machine Activation (AVMA) cuando la edición host sea Datacenter, pero en Standard no está disponible. Por tanto, la activación debe ser:
- MAK offline: Introduce la clave y realiza la activación telefónica si el servidor no tiene Internet.
- MAK online: Requiere acceso al servidor de activación de Microsoft por puertos 80/443.
- KMS interno: Ahorra trámites masivos cuando gestionas granjas de virtuales.
Impacto en licenciamiento de accesos (CAL)
Las Client Access Licenses siguen el principio de “versión adelante”; es decir, una CAL de Windows Server 2022 habilita el acceso a cualquier versión anterior. Si ya has renovado tu pool de CAL a 2022, no es necesario adquirir nuevas CAL para 2019.
Escenarios de virtualización
Con la edición Standard, cada licencia cubre el host físico más dos entornos de sistema operativo (OSE) virtuales. Al downgradear el host o las VMs, esos derechos no cambian. Sin embargo, recuerda:
- Si ejecutas tres o más VMs Windows, necesitarás licenciar núcleos adicionales o pasar a Datacenter.
- Una VM invitada puede ejecutar 2019 incluso si el host corre 2022, y viceversa, sin afectar a la legalidad.
Checklist final antes de programar la ventana de mantenimiento
- Confirmar la disponibilidad de la nueva clave y del ISO 2019.
- Verificar backups y plan de reversión.
- Chequear compatibilidad de hardware.
- Validar requisitos de aplicaciones y bases de datos.
- Asignar un downtime con comunicaciones a los usuarios.
- Documentar cada paso (capturas de activación, versión del SO, etc.).
Conclusión
Ejercer el derecho de downgrade de Windows Server Standard 2022 a 2019 es un proceso totalmente soportado y exento de costes adicionales, siempre que sigas el cauce oficial: solicitar la clave y el medio adecuados a Microsoft o al canal de venta. Al respetar estos pasos y adoptar las buenas prácticas descritas —desde la comprobación de compatibilidad hasta la conservación de evidencias— garantizarás la continuidad operativa, cumplirás la normativa de licenciamiento y mantendrás tu infraestructura lista para volver a 2022 cuando tus aplicaciones estén preparadas.